CAMINOS
DEL DESTINO
CAPITULO
13
El reencuentro de dos amigos
Frank llego al consultorio de su padre al entrar lo
abrazo con mucha alegría, estaban felices de verse, el Dr. Curtis estaba en
espera de Terry y había dado órdenes de que en cuanto llegara pasara al
consultorio, de tal manera que en cuanto Terry dejo a Susana y a la Sra. Marlow
se dirigió al consultorio del Dr. Curtis, la enfermera le indico que podía
pasar, escucho voces en el interior lo cual le pareció muy extraño sin embargo
entro, grata fue su sorpresa cuando vio a Frank, ambos jóvenes se abrazaron
fuertemente.
-
Frank
amigo, que buenos que estas aquí tenía tantas ganas de verte de nuevo - dijo
Terry emocionado
-
Terry,
vaya pero creo que lograste crecer jajajaj - rio el rubio
-
Claro
que sí creo que hasta te sobrepaso
-
Vamos
no es para tanto, y dime ¿como estas, que es de tu vida?
-
Pues
como ya sabes estoy comprometido, soy actor y madure después de todo – dice el
ingles
-
Me da
gusto entonces debo felicitarte has logrado lo que cualquier hombre anhela -
indico Frank con una cortes sonrisa
-
Hijo
Terry es un gran actor, créeme y si lo he visto mucho más sereno que cuando
vivíamos en Londres, no cabe duda que la vida le ha enseñado - dijo el Dr.
Curtis
-
Así es
Sr. Curtis, pero las cosas a veces no son como se ven - dijo el inglés con
media sonrisa
-
Eso me
indica que hay mucho que platicar no es así - dijo Frank
-
Si
después platicaremos más a fondo, y tú ¿qué te has hecho además de ser
reconocido cirujano? – pregunta con curiosidad
-
Bueno
hasta hace algunos meses me dedicaba en cuerpo y alma a trabajar en el
Hospital, pero llego un ángel a mi vida que cambio todo por completo – dijo con
ilusión
-
Eso no
me lo habías contado hijo - dijo el Dr. Curtis con gran sorpresa
-
Es que
no había tenido tiempo, pero se las presentare cuanto antes, es una mujer única
y de hecho estará también en la operación.
-
Entonces
te felicito - dijo Terry abrazando a su amigo - me da gusto verte tan feliz,
hasta tus ojos lo reflejan.
-
¿Y en
verdad es un ángel? ¿O estas exagerando Frank? - pregunto su padre
-
Lo es
padre, entregada a su trabajo, con un corazón generoso, alegre, siempre con una
sonrisa que regalar a los demás, además de hermosa, no puedo pedir mas
Algo familiar le pareció a Terry, pero dudaba que hubiese
otra mujer igual a Candy - entonces esperaremos expectantes a que nos la
presentes
-
Y
¿donde está ella?, porque me imagino que llego contigo, y Sara ¿dónde está?,
¿porque no vino a saludarme?
-
Ho la
deje con ella, se sintió algo mareada y salieron al jardín, pero iré por ellas
-
Está
bien aquí esperaremos entonces.
-
Frank salió en busca de ambas jóvenes para llevarlas al
consultorio de su padre.
En los jardines Candy y Sara platicaban amenamente, de
pronto llego una enfermera que reconoció de inmediato a Sara - Dra. Curtis, Bienvenida
a Nueva York, pero ¿qué hacen aquí? – pregunto con curiosidad
-
Hola
Nataly, salimos a tomar aire, te presento a la Dra. White
-
Mucho
gusto, me imagino que se quedaran en casa de su papá - dijo la enfermera
-
Asi es
allí nos hospedaremos los tres - afirmó Sara
-
Ho no
Sara - indico la rubia - no quiero dar molestias, me quedare aquí en uno de los
dormitorios.
-
Claro
que no, Frank no lo permitiría nunca
-
Prefiero
dormir aquí, asi me será mas fácil trabajar, y si tengo que quedarme a hacer
guardia podre regresar al dormitorio rápido - dijo Candy apresuradamente
-
Pues si
se queda aquí Dra. White es necesario que pase a firmar algunos documentos, y
como hay mucha gente yo misma la pasare para que no se demore mucho - dijo la
enfermera
-
Candy
¿estás segura? Porque Frank contaba con que te quedarías con nosotros - insistió Sara
-
Si
estoy segura, de verdad me sentiré mucho mejor te lo aseguro, yo misma hablare
con Frank.
-
Esta
bien te conozco y se que no cambiaras de opinión - dijo algo seria Sara
-
Ire con
la enfermera, si llega Frank los alcanzare en el consultorio Nataly me indicara
el camino, verdad - dijo la rubia mirando a la enfermera
-
Si Dra.
White yo misma la llevare
-
Entonces
te esperamos con mi papá
Candy y la enfermera se retiraron dejando a Sara en los
jardines, entraron a un corredor habia muchas puertas, entraron a una pequeña
sala en donde Candy lleno varios documentos. Sara se encaminaba por el mismo
camino donde habían llegado ella y Candy, Frank ya venía y se le hizo muy
extraño verla sola - ¿y Candy donde esta? - pregunto preocupado.
-
Fue a
llenar algunos papeles para su ingreso y su estadía aquí.
-
Pero no
es necesario ella viene con nosotros
-
No
Frank, decidió que se quedaría en los dormitorios - dijo la chica
-
Pero
porque se lo permitiste - dijo el rubio un tanto molesto
-
Ya la
conces, intente convencerla pero insistió en quedarse no pude hacer mas - trato
de explicar
-
Esta
bien discúlpame, veré si la convenzo de lo contrario - dijo un poco mas
tranquilo - ven vamos mi padre te aclama
y adivina Terry esta con el
-
De
veras, que gusto - sonrio la chica y ambos caminaron hasta el consultorio, al
entrar Sara fue y saludo a su padre amorosamente - Papá te extrañe tanto, te
amo te amo papá - se separo de él y lo miro con lagrimas en los ojos
-
Hija yo
también te extrañe tanto, pero ya estás aquí deja te veo, estas hermosa - Sara
sonrió luego miro al ingles que miraba toda la escena muy emocionado - Terry
¿como estas?- Sara lo abrazo con mucho cariño.
-
Sara,
yo muy bien y por lo que veo tu también
-
Que
gusto volver a verte, ¿cuanto tiempo ha pasado?- pregunto la chica - 8 o 9 años
-
Algo
así Sara, pero el destino nos ha unido nuevamente y esto hay que celebrarlo,
claro después de la operación.
-
Me
parece muy buena idea - dijo Frank
-
¿Y tu
ángel no venia contigo? - pregunto el Dr. Curtis
-
¿Ángel?
- pregunto Sara - ¿así se llama ahora?
-
Dijo
Frank que era un Ángel - indico el ingles
-
Bueno
es que fue a llenar alguna documentación – indico la joven
-
Pensé
que la hospedaríamos por todo lo que dijo Frank de ella - dijo el Dr. Curtis
-
Eso
pensamos - dijo Sara - pero ya que se le mete una idea a la cabeza nadie la
puede cambiar, así que quiso quedarse aquí en el hospital, sintió que eran ya
demasiadas molestias.
-
Pero
que chica - dijo el Dr. Curtis pensativo - me intriga mucho conocer a esa
jovencita.
-
Si ha
despertado mi curiosidad también - dijo Terry.
-
La
enfermera Nataly la traerá en cuanto termine - indico la chica
-
Y bien
Terry dime ¿qué ha sido de tu vida? – pregunto Sara con curiosidad – hace
algunos meses vi en el periódico que se anunciaba tu compromiso
El ingles sonrió en una línea – Pues como lo leíste estoy
comprometido – se encoje de hombros – es una historia bastante larga pero ya
habrá oportunidad de contarla
-
Entiendo
– dijo la joven percibiendo una tristeza
en los ojos del ingles
-
Bien
pues sería genial poder reunirnos para platicar no creen – agrego Frank
-
Sería
buena idea ya que estoy reencontrando a mis amigos de infancia - dijo el ingles
mirando a sus amigos
-
Solo
faltaría Laila, pero ella está en Londres - dijo Sara
-
Ho no -
dijo Terry - hace algunos días la vi partió a Chicago la semana pasada
-
En
serio - dijo Frank - entonces esta en América - dijo emocionado
-
Así es
Frank - lo miro Terry - ustedes vienen de Chicago y ella esta allá.
-
Ho que
lastima que no la vimos, solo espero verla pronto - dijo Sara
-
Si
hubiera sido muy agradable verla después de tanto tiempo - dijo Frank
-
Se
convirtió en una mujer muy hermosa - indicó el ingles sin dejar de ver a Frank
- además de inteligente.
-
Que
gusto - dijo Frank un tanto nervioso - siempre logro lo que se proponía solo
espero que sea feliz
-
¿Y está
casada o soltera?- pregunto muy interesada Sara
-
Soltera,
parece que sigue esperando a su príncipe azul - Terry seguía vigilando la
reacción de Frank
-
Siempre
fue una niña muy lista - recordó el Dr. Curtis - sobresalía de todos, buscaba
siempre retos, era la que los dirigía a todos y tu Frank siempre estabas a su
lado eran como una mancuerna.
-
Yo
hee..- estaba nervioso - pues éramos los mayores, y los de las ideas
-
Si
recuerdo que cuando su padre la mando a estudiar a Australia, se te miraba más
triste debiste extrañarla mucho hijo, pero me da gusto que se reencuentren
después de tanto tiempo.
-
Si es
un gusto, espero verla antes de partir a Francia - dijo pensativo Frank
-
¿Iras a
Francia?- pregunto Terry - ¿ambos irán?
-
Solo
yo, Sara se quedara en el Hospital ayudando
-
No
sabes lo que batalle para convencer a Sara de no ir - indico el Dr. Curtis - a
Frank no lo convencí porque es terco pero a Sara la logre convencer - dijo mirando
tiernamente a su hija
-
Pero es
un suicidio ir a la guerra… deberías reconsiderarlo - dijo Terry
-
Ya está
decidido iré - afirmo el rubio
-
Y me
supongo que tu ángel se quedara con Sara – agregó el galeno
-
No ella
ira también, de hecho iba a viajar antes pero la convencí que me acompañara a
esta operación y luego viajar
-
En
serio - pregunto incrédulo el ingles - los admiro deben ser decisiones muy
difíciles de tomar.
-
Eso
habla bien de la joven - dijo el Dr. Curtis
-
Bien -
Terry se puso de pie - he disfrutado la plática con ustedes pero debo regresar
con Susana, en otra ocasión conoceré a tu Ángel - sonrió
Nataly y Candy caminaban por los corredores del Hospital
rumbo al consultorio del Dr. Curtis, la chica iba bastante entretenida
platicando con Nataly, y justo antes de llegar al consultorio una puerta se
abrió abruptamente tirando un carrito con medicamentos que llevaba una
enfermera delante de ellas, Candy y Nataly ayudaron a recoger todo lo que
estaba tirado, en ese momento un caballero ingles salía del consultorio , miro
un carrito de medicamentos tirado y unas enfermeras recogiendo todo
afanosamente, se retiro en dirección opuesta al de las damas, terminaron de
recoger todo y nuevamente se pusieron de pie, Candy alcanzo a ver de espaldas a
aquel caballero, aunque le pareció algo familiar pensó que se trataba de
cualquier otra persona. Al llegar con la recepcionista Nataly saludo
cordialmente indicándole a la enfermera que la Dra. White iba con Sara y Frank,
la enfermera la hizo pasar, al entrar Candy saludo cordialmente al Dr. Curtis,
quien al verla no pudo evitar sorprenderse pensando para sí - esta jovencita me
recuerda mucho a alguien.
-
Buenos
días, es un gusto conocerlo Dr. Curtis - Candy saludo volviéndolo a la realidad
-
¿Así
que ella es tu Ángel, Frank? - pregunto el galeno - y si es muy hermosa,
bienvenida Señorita
Candy abrió grandes los ojos - Candy White Doctor Curtis, para servirle
-
Candy -
dijo el Dr. Curtis sonriendo - su nombre es muy dulce, espero que se sienta
como en su casa
-
Gracias - dijo
tímidamente la chica.
-
Candy
¿porque no quisiste quedarte en casa con nosotros? - pregunto Frank algo triste
-
Lo
siento pero es que no quiero ser una molestia
-
No lo
eres - dijo el rubio acercándose a ella - nunca lo serás.
Candy se puso bastante nerviosa ante el acto del joven,
Sara trato de tranquilizar a la chica - Bueno que tal si vamos a instalarte en
tu dormitorio y después Frank y yo vamos a casa a saludar a mamá
-
Me
parece buena idea - dijo Frank - puedes descansar el resto del día, mañana
tendremos un día muy duro.
-
Yo no
me siento cansada - indico la rubia
- puedo comenzar de inmediato
-
Vaya
señorita me dijo Frank que era trabajadora pero no sabía que tanto - dijo el
galeno - pero es mejor que descanse, le aseguro que le hará falta ya que hay
demasiado trabajo y los prefiero descansados para que rindan durante el día.
-
Está
bien - sonrió la rubia
-
Vamos
entonces, papá - dijo Frank - te
esperamos en casa no llegues muy tarde.
-
Claro
hijos, los veo más tarde
Todos salieron del consultorio dejando solo al Dr.
Curtis, un mundo de recuerdos inundo su mente, de pronto aquella joven despertó
su curiosidad abrió el expediente que dejó la enfermera Nataly en su escritorio
lo hojeo para tener más información sobre la rubia – Candice White Andley –
repitió en voz alta al leer el nombre completo de la joven – Andley – pensó
para sí – el mismo apellido de ….. Elroy , tendrán algún tipo de parentesco –
luego en su mente se reproducía aquella escena que hacía mucho no recordaba……
En una pequeña pero lujosa casa de Londres se encontraba
el Dr. Curtis y su esposa disfrutando como cada tarde del té, unos fuertes
golpes en la puerta hicieron sacarlos de su tranquilidad, el ama de llaves
abrió rápidamente y el Duque Daniel O’Connel entraba con un bebe en brazos,
venia asustado y vestido completamente de negro, el bebe que llevaba lloraba
inconsolablemente – Fred necesito tu ayuda de manera urgente – le dijo a su
hijo mirándolo con desesperación
-
¿Pero
qué es lo que pasa papá? – pregunto nervioso – ¿que haces con esta criatura?
-
Es el
nieto de Giraldi – dijo con ojos llenos de terror – esta como loco, quería
deshacerse de la criatura
-
Pero
cómo es posible - dice su esposa indignada – que pudo hacer una criatura para
que quieran hacer tal cosa
-
Pero
que estas tratando de decir, acaso quería…. asesinarlo – pregunto incrédulo
El hombre asintió con la cabeza – no podía permitir que
eso sucediera, así que lo traje conmigo, le dije que yo me encargaría
-
Permítame
– dijo la dama pidiendo al bebe
-
Y
Lisandro lo sabe – pregunto el Dr. Curtis
-
No, ni
siquiera sabe que vivió, Giraldi le dijo que había nacido muerto, su esposa
está mal, muy afectada por la noticia
-
No
entiendo – dijo mirando a su esposa con el bebe – es mejor hablar de esto qué
es lo que quieres exactamente
-
Quédate
con el ustedes serán excelentes padres para el
La dama estaba encantada con la criatura quien
amorosamente lo abrigo con sus brazos y su llanto ceso casi de inmediato – es
un ángel Fred – dice mirando a su esposo
-
No
antes necesito que me cuentes absolutamente todo no se puede traer a un bebe de
la noche a la mañana
-
Bien te
lo contare todo – dice el hombre
-
Pasemos
al estudio, Carolina puedes encargarte del bebe
-
No –
dice la dama – yo también quiero escuchar – dijo la dama entrando al estudio
antes que los caballeros
Todos tomaron asiento y el Duque O’Conel comenzó su
relato – Hijo sucede que el bebe tiene gran parecido con…- bajo su mirada –
Elroy Andley – la madre de Lissandro
-
Como –
pregunto sorprendido – la madre de Lisandro – pero creí que había muerto cuando
Lisandro era un niño
-
No,
todo ha sido obra de Giraldi – él se encargo de hacerle creer a todo mundo que
su esposa era la madre de Lisandro pero ella era estéril no podía concebir
-
¿Y tu
hasta donde está involucrado con Giraldi? , exijo que me lo digas todo – alzo la
voz
-
Está
bien, está bien - asintió el Duque – Giraldi me obligó a secuestrar a Elroy,
era una joven de 18 años, solo viajaba con un mozo y una criada, desde que la
vio no le quito la mirada de encima, se encapricho con ella, en ese tiempo yo
había perdido mucho dinero jugando y tenia las escrituras de la villa de
Escocia en sus manos, me dijo que me perdonaría la deuda si me encargaba de ese
trabajo, por lo que no fue nada difícil, yo solo la lleve lo demás no se qué
sucedió, estuvo 8 meses en el castillo de Giraldi cautiva mismos que duro su
gestación, yo mismo la revisaba lo que Giraldi no supo es que Elroy ya iba
preñada cuando él se aprovecho de ella – dijo con voz ronca
-
Entonces
dices que Lisandro no es hijo de Giraldi – pregunto con sorpresa
-
No es
por eso que esta criatura es tan parecida a ella – dijo mirando al bebe
-
Que
hombre tan despiadado – dijo la dama sorprendida – si este bebe cae en sus
manos puede llegar a matarlo Fred
-
Hijo no
será difícil que te quedes con él, todos saben que nuestra relación no es la
mejor, además Giraldi no acostumbra viaja mucho a Londres, podrás criarlo como
tu hijo
-
Fred,
debemos pensarlo no crees – decía la dama con ilusión – mira es tan bello e
indefenso
-
Carolina
no por favor es como meternos en la boca del lobo – dice el caballero negando
con la cabeza – y tu cómo es posible que tu mi padre se haya prestado a tal
bajeza
-
Lo sé
hijo, en ese momento no tenía otra salida, no iba a condenar a mi familia a la
deshonra y la ruina - trato de excusarse
-
Y
entonces condenaste a una pobre joven, le destrozaste la vida, solo por darle
gusto a un asesino como Giraldi
-
Lo sé
no hay día que no me arrepienta de lo que hice por eso mismo he venido con este
bebe, porque no quiero ser mas parte de sus bajezas
-
Tengo
que pensarlo papá, no puedo aceptar así como así – dice contundentemente
-
Puede
quedarse unos días no es así Fred – decía la dama con esperanza
El Dr. Curtis asiente – solo en lo que decido que vamos a
hacer
-
Gracias
Fred, será mejor que mantengamos la misma apariencia ante todo el mundo para
proteger a esta criatura – dice el Duque
-
Que
pasara cuando crezca
-
Deja
que pase el tiempo y cuando llegue el momento veremos que hacemos
-
Bien
está bien se quedara – dice resignado
-
Ho Fred
– lo abraza la dama – iré a pedirle a Paula que compre todo lo necesario – dice
la dama emocionada y con el bebe en brazos
-
Lo ves,
ella ya lo ama – dice su padre – inténtalo tu
-
Se hará
como digas papá
El hombre sale de la propiedad más tranquilo, pensando
que había enmendado un poco su falta con aquella joven, el Dr. Curtis con un
mundo de cuestionamientos acepto la proposición de su padre, pero veía como su
esposa se desvivía por la criatura.
Un golpe en la puerta saco de sus pensamientos al Dr.
Curtis
-
Papá –
dice Frank – toque varias veces no recibí respuesta
-
Perdón
hijo estaba en otro mundo – le sonríe – no ibas a descansar a casa ¿que paso
hijo?
-
Quise
venir a preguntarte ¿que te pareció Candy? – dice el joven ilusionado
-
Es una
chica encantadora – dijo sonriendo – pero quiero ser sincero contigo
-
Claro
dime papa te escucho – dijo tomando asiento
-
Ella no
te ama hijo – le dice mirándolo a los ojos
-
¿Porque
dices eso? – pregunta desconcertado
-
Porque
lo vi en su mirada hijo, ella esconde algo, tal vez necesite conocerla mas pero
no quiero que te hagas muchas ilusiones con ella – dice con seriedad
-
No
entiendo cómo puedes decir eso, apenas la conoces, además hare lo imposible por
llegar a su corazón – dijo con esperanza
-
Frank,
no desearía que sufras, tómatelo con calma hijo dale tiempo y si ella no te
corresponde entonces retírate con dignidad – dice su padre
-
Está
bien, te agradezco tu sinceridad, sabes no pude tener mejor padre – dice con
cariño
-
Y no
pude tener mejor hijo, no lo olvides
-
Papá
hay algo que tengo que decirte, aunque Sara me mate por contártelo siento que
necesito contártelo para que no te tome por sorpresa
-
¿Dime
que sucede? – pregunta con curiosidad
-
Es
sobre el padre adoptivo de Candy, está muy interesado en Sara y parece que
quiere las cosas formales con ella – dice con seriedad
-
Pero
¿como pudo suceder? – pregunta sorprendido – el padre de Candy aprovecharse de
una niña como Sara es indignante – dice reprobatoriamente
Frank rompe en una carcajada – papá Albert solo tiene 27
años no es ningún anciano
-
Por ahí
debiste empezar – dice más tranquilo – ¿así que está interesado en Sara? Se
llama Albert entonces
-
Si, tal
vez Sara te hable de él hoy o mañana, va a viajar a Nueva York próximamente
para hablar contigo
El galeno abre grandes ojos – bien entonces esperare
hasta entonces
-
Ha no
le comentes nada a Sara por favor de que yo te puse sobre aviso
-
Claro
que no le diré nada – le dice tranquilizándolo
-
Bien me
retiro ya quiero ver a mamá, te veo en casa
-
Claro
ve hijo
Frank salió del consultorio dejando a su padre con un
mundo de pensamientos, volvió a hojear el expediente de Candy, solo venia como
padre adoptivo William Albert Andley, no había mucha información personal que
le diera algún indicio, pero sabía bien que había algo mas en esa joven que tal
vez su secreto más preciado podría estar en riesgo si estuviera emparentado con
Elroy Anley, pero no podía hacer mucho sin despertar la curiosidad de su hijo y
de Candy, guardo el expediente y continuo con su rutina diaria.
Candy se sentía más tranquila, aquel lugar le recordaba
mucho la escuela de Mary Jane, llegaron al dormitorio donde se quedaría Candy,
se despidió de sus amigos y se instalo, sus pensamientos eran ahora mas
confusos, aquel hombre que miro en el pasillo le recordó a Terry, por otro lado
la cercanía de Frank le aceleraba el corazón, se recostó y pensó en su amado
rebelde - Donde estarás en este momento, sabes que estoy aquí Terry, estoy aquí
y desearía verte un momento - pensaba Candy para sí, poco a poco se fue
quedando dormida.
En otra parte del Hospital Terry acompañaba a Susana
hacia el exterior del Hospital, su cabeza daba vueltas, la descripción de Frank
sobre la joven que lo tenía deslumbrado le era muy familiar, durante ese día
pensó constantemente en Candy, después de dejar a Susana en su casa y negarse
como siempre a pasar a tomar el té se dirigió a su departamento, se sentía
contento de ver a sus amigos, se recostó en su cama pensando en una chica rubia
que conocía bien - Candy donde estarás mi pequeña pecosa, desearía que
estuvieras aquí, mirarte de lejos si es que no deseas verme, yo con solo
mirarte sería feliz - finalmente se quedo dormido.
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