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miércoles, 6 de abril de 2016

CAMINOS DEL DESTINO CAPITULO 6


CAMINOS DEL DESTINO

Por Shelsy

CAPITULO 6

Nace una nueva amistad

 

Los días pasaron rápidamente para Candy, asimilo la noticia de Terry y se negaba a mirar los diarios, una tarde se encontraba Sara y Candy revisando una bitácora en la recepción, cerca se encontraba Frank y su amigo John.

 

-          Pero mira que belleza se encuentra con tu hermana – dijo John señalando hacia las jóvenes

Frank volteo a donde se encontraban ambas jóvenes y con sorpresa dijo – ¡es Candy!

-          ¿Ha pero es que la conoces?  vamos preséntamela – dice el joven entusiasmado

 

-           Bueno solo cruce palabras con ella en una ocasión

 

 

-          Entonces vamos a saludarlas

Frank un poco serio le dijo a John – por favor compórtate ella no será una más de tus conquistas

A lo que John un tanto retador le contesto – bueno tal vez sea tiempo de sentar cabeza y si ella está disponible hare el intento

Frank lo siguió un tanto molesto ya que sabía que no tomaba en serio a mujer alguna, al llegar con las jóvenes John saludo a Sara seguido de Frank.

-          Que gusto verlos chicos,  les presento a Candy se ha convertido en muy buena amiga mía – dijo Sara

John mirando a la rubia coquetamente deposito un beso en su mano – es un placer ver una hermosa mujer en este hospital espero llegar a ser un buen amigo también para usted

Frank mirando la escena se sintió bastante molesto sabía lo que su amigo estaba haciendo, lo interrumpió en su papel de conquistador

-          Hola Candy nos volvemos a ver, me da gusto saber que mi hermana es buena amiga tuya.

Candy con gran sorpresa dirigiéndose a Sara – Así que Frank es tu hermano de quien me habías hablado.

-          Si ¿acaso ya se conocían? – pregunto intrigada Sara

 

-           Pues si nos conocimos en los jardines – dijo Frank con una mueca

Sara con gran sorpresa recordó que Candy le había platicado de un chico que había conocido así que empezó a comprender gratamente la situación que estaba sucediendo entre los jóvenes.

-          Bueno ¿qué les parece si comemos juntos para conocernos más? – propuso John

 

-          por mi está bien ¿tú qué dices Candy? – dijo Sara

 

 

-          Si está bien

 

-           Entonces damas las veremos en un momento más en la cafeteria, hasta pronto – se despidió John

 

 

-           Nos vemos – se despidió Frank un poco serio

Ambos caballeros se retiraron Frank un poco serio pero con la esperanza de conocer más a aquella chica que le había llamado tanto la atención. Sara y Candy también se retiraron a sus labores.

Sara un tanto divertida le dice a Candy – Vaya creo que tienes a dos caballeros a tus pies ¿quien se robara tu corazón?, dándole un pequeño empujoncito.

-           Pero que dices Sara, claro que no. – dijo Candy un poco nerviosa

 

-          Vamos Candy además mi hermano es el chico de quien me contaste ¿no? Ya estoy comprendiendo y me siento muy feliz no es que sea mi hermano pero creeme es una persona maravillosa.

Candy un poco ruborizada al verse descubierta le dice – Oh no Sara por favor, es que solo me recordó a alguien y eso es lo que me llamo la atención pero no es lo que piensas

-          Tranquila tu secreto está a salvo conmigo, eso si debo advertirte que John también lo vi muy interesado y aunque Frank se mantuvo sereno se que le desagrado bastante su actuar contigo.

 

-          Estas especulando demasiado además yo no tengo interés en ninguno de los dos créemelo- indico la rubia

 

 

-           Bueno solo quiero que sepas que John aunque lo quiero mucho porque es casi un hermano para nosotros es bastante mujeriego no toma muy en serio a nadie,  no quisiera que te lastime así que no tomes muy en serio sus galanterías.

 

-          Está bien Sara tendré mis precauciones pero créeme que no tengo interés- lo dijo enfáticamente.

 

 

-           Bueno aquí me quedo revisare a los pacientes de esta sala, pasa por mi antes de comer para irnos juntas, nos vemos.

 

-           Si nos vemos al rato – se despidió Candy

Candy continuo sus labores, sonreía al recordar las palabras de Sara, pensando que la vida tenía otros planes con ella,  al llegar la hora de comer se dirige a la sala donde se encontraría con Sara sin embargo le dicen que el Dr. Lewis le mando llamar y que se adelantara a la cafetería, en el camino se encontró con Frank.

-          Hola Candy que bueno que nos encontramos así nos vamos juntos-dijo gratamente

 

-          Pase por Sara pero al parecer se retrasara un poco-indico la rubia

 

 

-          John también se ocupo está en una cirugía y no creo que nos acompañe

 

-          Entonces nos dejaron solos-dijo algo nerviosa

 

 

-          Bueno pues nos darán la oportunidad de platicar, y ¿cómo te has sentido estas semanas en el Hospital?

 

-          Muy contenta me gusta mucho esta profesión y he aprendido muchísimo en tan poco tiempo, además ya me acostumbre nuevamente al ritmo de trabajo.

 

 

-          ¿Ya tenias tiempo sin trabajar?-pregunto con curiosidad

 

-          Si alrededor de 7 meses

 

 

-          Y podría preguntar ¿por qué?  Lo que pasa es que se me hace raro ya que en esta profesión es imposible tomarse descansos tan largos-indago

 

-          Bueno pues.. ( titubeo un poco ) sucedieron cosas muy personales antes de decidir volver a trabajar

 

 

-          Perdón si te incomode con la pregunta y en donde estuviste en ese tiempo si se puede saber.

 

-          Estuve en el Hogar de Pony es un Orfanato donde crecí,  estuve ayudando con los niños y en las clases

 

 

-          Así que creciste en un Orfanato que sorpresa y ¿está cerca de aquí?

 

-          Pues relativamente si , cerca de Lakewood

 

Llegaron a la cafetería y tomaron el platillo sentándose en una mesa cerca de un ventanal que daba hacia los jardines. Frank continuo con el interrogatorio a Candy, quería saber todo sobre la rubia.

 

-          No conozco mucho por aquí – indico la rubia- únicamente los alrededores del hospital al departamento

 

-          Bueno pues si no te molesta yo podría invitarte a conocer algunos lugares, ¿qué te parece?

 

 

-          Por supuesto, claro si el trabajo lo permite – lo dijo con gran entusiasmo

 

-          ¿Y en donde estudiaste enfermería?

 

 

-          Bueno estudie en la escuela de Mary Jane de ahí me trasladaron al Hospital Santa Juana donde me titule en enfermería, un día debido a problemas con una persona influyente me hicieron echar de todos los hospitales, pero el Dr. Martin me dio trabajo en su Clínica y ahí trabaje hasta que …. Bueno hasta que decidí irme al orfanato a ayudar.

 

-          Pues espero que te quedes mucho tiempo con nosotros aquí aprenderás más de lo que imaginas y si lo deseas puedes apoyarte en mis conocimientos.

 

 

-          Muchas gracias, tú te ves muy joven para ser doctor como es que te decidiste por esta profesión

 

-          Pues mi padre es doctor también pero él vive en Nueva York, y al ver todo lo que hacía por los pacientes y sobre todo el darles otra oportunidad de vida quise hacer lo mismo salvar vidas sobre todas las cosas

 

 

-          Si Sara me conto sobre tus padres y la decisión de venir a Chicago a empezar desde abajo

 

-          Así es Candy, hubiera sido muy fácil y cómodo usar el nombre de mi padre para ser tomado en serio, además me gusta más Chicago que Nueva York hay demasiada gente allá.

 

-          Si tienes razón, a mí también me gusta más aquí.

 

 

-          Entonces ¿conoces Nueva York?-pregunto con curiosidad

 

-          Um yo..-dijo un tanto nerviosa- bueno si visite alguna vez pero fue algo rápido

 

 

-          Qué bien y a donde fuiste

 

Candy se sintió descubierta por un momento pero trato de salir del aprieto – Pues fui a una obra de teatro a apoyar a unos amigos.

 

-          Ah te gusta el teatro – lo dijo con gran entusiasmo- entonces si aceptarías una invitación al teatro.

 

-          Bueno si me gusta y claro si aceptaría-dijo rapidamente

 

 

-          Sabes entre más te conozco siento como si ya supiera todo sobre ti es solo ir confirmando lo que pienso sobre ti.

 

-          Pero como dices eso tengo letreros en la frente- dijo un tanto divertida

 

 

-          No lo sé Candy pero siento que te conozco me das mucha confianza, creo que eres una mujer muy sensible, divertida, de buenos sentimientos y muy noble.

 

Candy un poco sonrojada por las palabras de aquel caballero le dijo – Pues gracias Frank, sabes ahora que lo dices también siento que te conozco, conocí a alguien hace algunos años y es por eso que te confundí y ahora puedo decirte que son muy similares.

 

Frank recordó cuando conoció a Candy en los jardines y le dijo – Anthony se llama verdad

 

-Se llamaba, hace 7 años falleció y al verte sentí que lo estaba mirando por eso reaccione así  espero que no hayas pensado que era una tonta por haberte confundido

 

-Calro que no, y lo siento mucho por tu amigo lo has de extrañar mucho

 

- Si fue muy difícil sobreponerse al dolor pero lo logre y el vive en mi corazón y sabes también amaba las rosas las cultivaba y cuidaba, en la mansión donde vivía hay un hermoso rosadal y cada año florece y su aroma invade el aire de los alrededores.

 

- De verdad me gustaría conocerlo un día si se puede, a mí también me gustan las rosas sin embargo este año ya terminaron de florecer tal vez el año que entra.

 

-Claro que si seguramente Albert no tendrá inconveniente

 

-Albert, ¿quién es él?

 

-Bueno Albert es mi mejor amigo, mi protector y mi padre adoptivo

 

-Ah bueno pues entonces consúltalo con Albert me gustaría conocerlo también

 

- Oh seria grandioso.

 

Así continuaron platicando finalmente termino la hora de comida y Frank acompaño a Candy hasta su lugar de trabajo, por su parte Candy se sentía muy contenta al lado del joven doctor, sentía que había algo en él que llamaba su atención pero quería conocerlo, se sentía rara de mirarlo y ver reflejado a Anthony no podía evitar compararlo cada vez que lo miraba, pero trataría de conocerlo y verlo como Frank Curtis. Frank se despidió y quedo de ir por ella a la hora de salida para acompañarla a su departamento, no quería que una dama tan hermosa anduviera sola por las calles de aquella gran ciudad.

 

Antes de ir por Candy, Frank se detuvo en la recepción donde le entregaron una carta de su padre el Dr. Curtis donde le pedía su apoyo en la operación de una paciente, puso la carta en su bolso y fue a buscar a la chica que empezaba a ocupar sus pensamientos.

 

-          Hola Candy, ¿nos vamos? – dijo el joven rubio ofreciendo su brazo

 

-          Hola, si vamos – dijo con una gran sonrisa la chica

 

 

-          Está un poco helado el aire, creo que pronto tendremos nieve en esta cd.

 

-          Si es cierto, además ya va a ser Navidad- dijo con un poco de nostalgia

 

 

-          Y si te dan descanso ese día ¿donde la vas a pasar?

 

-          En el Hogar de Pony, haremos una fiesta es lo que planeamos Albert Paty y yo antes de ir a la India.

 

 

-          ¿Así es que visitaste  India? – pregunto con asombro Frank

 

-          Bueno si, Albert me invito a viajar antes de empezar a trabajar

 

 

-          Vaya pues que hombre tan generoso te felicito.

 

-          Siempre ha sido así no solo conmigo con todo el mundo

 

 

-          ¿Y porque no vives con tu familia adoptiva? si es que se puede saber

 

-          Pues porque no me gusta mucho abusar de su generosidad además siempre me he valido por mí misma.

 

 

-          Eso habla bien de ti, pudiendo vivir cómodamente has elegido una vida más sencilla – dijo Frank con admiración hacia la chica

 

-          Aquí es – indico la chica después de un par de calles- este es el edificio donde vivo y aquel es mi departamento- señalo hacia la ventana frente al gran árbol.

 

 

-          Pues está muy cerca del Hospital, de cualquier manera las veces que pueda y si tu lo quieres te acompañare.

 

-          Gracias por mí no hay inconveniente.

 

 

-          Entonces hasta mañana, que descanses y cúbrete hace mucho frio.

 

-          Hasta mañana Frank y muchas gracias por la compañía.

 

 

-          Es un placer- se despidió depositando un beso en la suave mano de la dama

 

Candy subió las escaleras y entro en su departamento, lanzo un suspiro al aire – que te pasa Candy que te pasa, no no es posible que sientas estas cosas, pero es que es tan parecido a Anthony que no puedo evitar imaginar que así sería si no hubiera muerto – camino hacia la ventana y ahí se quedo hasta que el sol se oculto envuelta en sus pensamientos, se sentía contenta de haber conocido a Frank,  no podía entender lo que pasaba, tal vez era tiempo de olvidar y empezar de nuevo. Se retiro y tomo un poco de té y entro en su pequeña habitación donde se dispuso a descansar.

 

Los dias pasaron rápido para Candy, quien en repetidas ocasiones se hizo acompañar por Frank quien poco a poco se fue convirtiendo en buen amigo de ella.

 

-          Candy, sabes la semana pasada recibí carta de mi padre- dijo pensativo

 

-          De veras que gusto – dijo la chica emocionada

 

-          Bueno lo que pasa es que me pidió apoyo para operar a la prometida de un buen amigo mío y acepte, pero ….- dijo un poco dudando

 

 

-          Que pasa … -insistió la chica

 

-          Yo quería pedirte si tú quisieras claro, que me puedas acompañar como apoyo para asistir también a la operación será una muy buena oportunidad para ti.

 

 

-          Ho.. – un poco titubeante - pues ir a Nueva York tendría que consultarlo con Albert

 

-          Bueno pero dices que él te apoya en lo que decides además seria un viaje de trabajo te lo aseguro.

 

 

-          He.. si sería una buena oportunidad, ¿te parece si te confirmo en unos días?

 

-          Claro por supuesto

 

 

-          Hay otro asunto que quiero ver contigo- dijo el rubio

 

-          Dime ¿pasa algo?

 

 

-          Ho no es nada delicado - sonrió- habrá una campaña de vacunación, me gustaría comenzar en el Orfanato donde creciste iremos Sara, John, tu y yo, ¿qué te parece?

 

-          Grandioso- dijo emocionada

 

 

-          Entonces el viernes iremos, todo lo tengo previsto

 

-          Que sorpresa- Candy sonreía

 

Ambos continuaron caminando y platicando sobre la campaña, Candy le contaba todo sobre el Hogar de Pony, al parecer Frank acertaba gratamente con los gustos de la rubia y sin saberlo poco a poco ella fue abriéndole su corazón.

Mientras en Nueva York Susana, la Sra. Marlow y Terry llegaban a su cita con el Dr. Curtis para fijar la fecha de la operación de Susana. Entraron al consultorio del Doctor donde ya los esperaba.

-          Buenos días Srita. Marlow, dígame ¿cómo se ha sentido durante esta semana?

 

-          Buenos días Doctor, pues mucho mejor poco a poco van desapareciendo los hormigueos.

 

 

-          Eso indica que las cosas van muy bien. Ya tengo la confirmación del doctor que vendrá a operar, pero no será hasta después de año nuevo, la primer semana de Febrero comenzaremos con los análisis preoperatorios, el estará aquí en esas fechas.

 

-          Esas son buenas noticias- dijo la Sra. Marlow un tanto aliviada

 

 

-          Entonces esperaremos casi dos meses para entonces – indico Terry

 

-          Así es durante esos meses espero que las piernas de la Srita Marlow estén bien.

El Dr. Curtis termino de revisar a Susana y les indico que los vería en 15 días para ir reuniendo la documentación necesaria para la operación, al terminar se despidieron y como de costumbre Terry dejo a ambas mujeres en su casa, después de unos minutos se retiro a casa de su mama.

El viernes muy temprano el grupo de doctores se traslado hacia el Hogar de Pony donde ya los esperaban, al llegar algunos niños seguían dormidos, la Srita Pony y la Hermana María salieron al encuentro de los doctores saludando afectuosamente a Candy

-          Buenos días hija que gusto que estén aquí- saluda la Srita. Pony

 

-          Srita. Pony, Hermana María buenos días, les presento a mis amigos y compañeros de trabajo, Sara y Frank Curtis y John Matheus

 

 

-          Mucho gusto- saludaron amablemente- pero adelante hace frio, que les parece si los invitamos a desayunar antes de que comiencen

 

-          Grandioso-dijo la rubia entusiasmada- que les parece chicos

 

 

-          Excelente idea-contesto Frank

 

-          Si me parece muy bien- asintieron Sara y John

 

Al entrar aspiraron ese agradable aroma que salía de la cocina, donde se estaba horneando un delicioso pan, los alimentos estaban preparados listos para ser servidos, poco a poco los niños fueron saliendo y saludando a los invitados, algunos sentían miedo ya que sabían a lo que iban, Paty fue la última en salir ya que se estaba encargando de arreglar a cada uno para que estuvieran presentables, Candy le presento a sus amigos, todos se sentaron a la mesa, hicieron una oración y desayunaron amenamente, al termino los jóvenes prepararon las jeringas y los medicamentos para comenzar a vacunar, los niños esperaban afuera, algunos husmeaban por la ventana y al ver las agujas corrían despavoridamente lo más lejos que podían, Paty con toda la paciencia calmo a los más grandes y les pidió ayudar a los pequeños, cuando por fin estuvo todo listo, fueron pasando uno a uno,  poco a poco todos fueron vacunados, Paty observaba entretenida la labor de los doctores, tras algunas horas terminaron.

 

-          Realmente es muy admirable su trabajo- dijo Paty sonriendo- si yo fuera enfermera me hubiese desmayado de inmediato

 

-          Es por eso que no eres- dijo Candy- pero en cambio eres una excelente maestra

 

 

-          ¿Así que eres maestra?- pregunto Frank- ¿donde se conocieron Candy y tú?

 

-          En Londres, estudiamos en el mismo colegio- recordó Paty

 

 

-          Si fue una suerte conocer a alguien como Paty-dijo Candy

 

-          De verdad estudiaron en Londres- dijo Sara pensativa

 

 

-          Si fue una época muy bonita- dijo Candy

 

John venia entrando en la habitación después de dejar a una pequeña que se había resistido a la vacuna y amablemente comenzó a jugar con ella - Bien chicos ya terminamos, debemos volver- dijo interrumpiendo la platica

 

-          Es cierto tenemos que regresar, estábamos tan a gusto platicando que perdí la noción del tiempo - dijo Frank

 

-          Los pacientes no esperan- dijo John

 

 

-          Que lastima se paso muy rápido el tiempo - se lamento Candy

 

-          Bien llevare los maletines al coche indico Frank

 

 

-          Paty- dijo Candy- en unos días vendrá una feria que te parece si nos acompañas

 

-          Ho seria grandioso- dijo la joven

 

-          Bueno si es que no empeora el clima- indico John- no debemos exponernos demasiado

 

 

-          De cualquier manera será la fiesta Navideña igual y nos pueden acompañar- agrego Paty

 

-          Es una excelente idea - dijo Candy

 

Todos se prepararon para regresar al Hospital, la Srita Pony y la Hermana María los acompañaron hasta el coche, Paty reunió a los niños para despedir al pequeño grupo, todos alzaban su mano en señal de despedida, aquel día había hecho sentir a Candy mas contenta, su corazón latía con fuerza y deseaba más que nunca seguir ayudando a la gente. Al llegar al hospital cada uno se reincorporo al trabajo, Frank y John caminaban hacia la sala de urgencias.

 

-          Que agradable es Paty ¿no lo crees John?- pregunto Frank

 

-          Me parece de lo más normal ¿a ti te pareció especial?

 

 

-          Bueno yo pensé que tal vez cabria la posibilidad de que te llegara a interesar

 

-          Es mucho más bonita Candy-indico el joven- además me parece demasiado tímida

 

 

-          Pues a mí no me lo pareció, por el contrario es muy sociable

 

-          Es una chica muy común-concluyo

 

 

Frank se dirigió a otro parte de la sala, pensando para si en que no será mala idea que Paty y John comenzaran a tener algún tipo de amistad, sin embargo al parecer John no tenía ninguna intención con la chica, a John le hacía falta toparse con una mujer sencilla y no como las que había venido conociendo, deslumbrantes y dispuestas solo a pasar el tiempo, además podría también ayudarle a sentar cabeza y sensibilizar su corazón.

 

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